NAOS fue fundada por Jean-Noël Thorel, farmacéutico-biólogo. En una etapa muy temprana derrocó la comprensión establecida de la industria de la belleza, yendo tan lejos como para cambiar su paradigma.
Jean-Noël Thorel comenzó su carrera profesional en una farmacia de la zona de Gare de l’Est, en París, donde el trato directo con los clientes despertó en él el interés por comprender mejor sus necesidades y buscar nuevas formas de abordarlas. En 1973, trabajó junto a Jean-Henri Belin en el laboratorio farmacéutico PHARMEX, propiedad de MERCK y RICKER, y más adelante asumió la dirección de los laboratorios GOUPIL. No obstante, abandonó este cargo por diferencias éticas en relación con la formulación de productos solares.
Impulsado por una visión innovadora, en 1977 fundó el centro de investigación CEREDAP, donde nacieron las primeras fórmulas de Bioderma e Institut Esthederm. Convencido de que la piel, en lugar de ser sobretratada, debe aprender a funcionar correctamente, desarrolló productos pioneros en colaboración con expertos en dermatología y biología, y registró sus primeras patentes. Sus investigaciones, basadas en mecanismos de acción inspirados en la propia piel, no solo revolucionaron el enfoque cosmético tradicional, sino que también influyeron en la evolución normativa del sector del cuidado cutáneo.
El símbolo del logotipo de NAOS se hace eco de la historia de El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry, cuya visión poética de las relaciones inspiró profundamente la visión humanista de nuestro fundador.
El nombre NAOS proviene de una estrella en la constelación de Puppis que, un día, será una de las estrellas más brillantes del cielo.
NAOS tiene una ambición: convertirse en una empresa mundialmente reconocida por el valor universal y la originalidad de su enfoque.