Todos los tipos de piel tienen diferentes necesidades. Aprendiendo de una piel sana, fortalecemos sus procesos naturales y biológicos y protegemos su ecosistema. La ecobiología ayuda a la piel a recuperar la salud de una manera duradera.
La piel sensible afecta a casi el doble de mujeres que hombres, en todo el mundo. Cuidarlo es un desafío porque la piel tiende a reaccionar exageradamente a los productos destinados a calmarla. El cuidado ecobiológico puede calmar la piel sensible de forma duradera.
Desde la adolescencia hasta la edad adulta, las personas con piel propensa al acné tienen glándulas sebáceas hiperactivas y poros obstruidos.
En la atopia, la barrera cutánea está alterada. La piel se vuelve seca, escamosa y con picazón.
La curación es un proceso biológico natural que la piel lanza automáticamente en caso de herida. La reparación difiere según el tipo de herida.
Su bronceado es el método saludable de su piel para protegerse del sol. Los rayos UVA y UVB interactúan de otras maneras con la piel. Pueden alterar el ADN de la piel y oxidar las proteínas.
